Croquetas Caseras de Pollo

¿A quién no le gustan unas buenas croquetas? Ese elemento imprescindible en cualquier menú español que se precie, desde bares de tapas a los restaurantes más exquisitos. Y con tanta variedad, ya que se pueden hacer de infinidad de ingredientes. 

Eso sí, no siempre es fácil encontrar la croqueta (que no cocreta, eh!) perfecta. Las hay como piedras, otras que parecen que sólo llevan bechamel, prefabricadas que no tienen mucho sabor... Así que, ¿qué mejor que hacer unas buenas croquetas caseras con lo que más nos guste? Porque en esta receta las hacemos de pollo, pero basta por cambiarlo por un buen jamón, bacalao, setas (boletus, que se dice ahora)...

Pues eso, sorpréndete a ti mismo/a y a tus invitados con estas croquetas caseras de pollo y no te preocupes porque se tarde un poco, ya que si haces cantidad de masa, las podrás congelar, listas para descongelar, rebozar y freír. Eso sí, un consejo: hacer la masa un día antes, para poder enfriarla correctamente y así poder manipularla para darle forma. 

No os asustéis por la extensión de la receta (y de la entrada en general), ya que es simplemente para dar más detalle. 

¿No te atreves con la bechamel?

Aunque ya hicimos unos macarrones gratinados con bechamel, en esta receta volvemos a explicar cómo hacerla con algo más de detalle. Para los más temerosos, veréis qué pronto le perdéis el miedo.

¿Qué es la bechamel? La bechamel es una salsa hecha con una roux a la que se le añade leche. ¿Y qué es una roux? Pues simplemente una mezcla de harina y grasa, en este caso mantequilla, que se sofríe.

Según el uso que le vayamos a dar y el espesor deseado, las proporciones cambian. Aunque siempre se mantiene la misma proporción de mantequilla y harina. Por tanto, por litro de leche tendremos las siguientes proporciones:

• Salsa bechamel: 40g mantequilla + 40g harina + 1l leche
• Crema bechamel: 60g mantequilla + 60g harina + 1l leche
• Bechamel para fritos: 90g mantequilla + 90g harina + 1l leche

Para croquetas, la bechamel es incluso más espesa: 100g o 110g de mantequilla y harina por cada litro de leche.

Aunque tengo que confesar que hemos hecho la bechamel a ojo, sí es cierto que las proporciones se acercan a las descritas.

Pincha aquí si quieres ver otras recetas con bechamel.

Croquetas de Pollo

Ingredientes (16 coquetas grandes)

• 1 Pechuga de pollo (unos 250g)

Bechamel:

• 50g de mantequilla
• 50g de harina (mejor tamizada)
• 500 ml de leche
• Sal
• Pimienta negra (opcional)
• Nuez moscada

Para rebozar:

• 1 huevo
• Pan rallado 
• Aceite para freír

Elaboración

Preparamos la masa de las croquetas...

1. Cocemos el pollo en un cazo con agua y un puñadito de sal durante unos 30 minutos.
2. Picamos el pollo muy finito, desechando las partes más feas y las grasas.
3. Preparamos la bechamel:
1. Calentamos la leche, sin que hierva. Se puede hacer en el microondas.
2. En un cazo que no se pegue, derretimos la mantequilla a fuego medio.
3. Bajamos el fuego e incorporamos la harina, removiendo constantemente con una cuchara de madera para que no se formen grumos. Cocemos la harina hasta que coja algo de color, sin que llegue a tostarse, para que no quede sabor a harina cruda.
4. Con el fuego al mínimo, añadimos un poco de leche (como medio vasito) y seguimos removiendo hasta que la masa la absorba. Añadimos otro chorrito de leche y seguimos removiendo. Repetimos hasta haber incorporado toda la leche, deshaciendo los grumos que puedan salir. Este proceso requiere paciencia, sin prisas, ya que habrá llevar la salsa a ebullición y seguir removiendo durante unos 10-15 minutos.
5. Cuando tengamos una crema ligada que se desliza con la cuchara, añadimos la sal, la pimienta y la nuez moscada. Mejor a poquitos, ya que podemos probar la salsa para ver el punto de sal. De nuez moscada es mejor quedarse algo corto, ya que luego potencia su sabor.
4. Lista la bechamel, incorporamos el pollo y removemos hasta integrarlo. Dejamos cocer unos minutos, removiendo para que no se pegue. Probamos de sal y corregimos si es necesario.
5. Dejamos la mezcla enfriar y la echamos en una fuente. Tapamos la fuente con film para que no se forme costra en la salsa y lo metemos al frigo durante unas horas para que se endurezca y podamos dar forma a las croquetas. Mejor de un día para otro.

Damos forma a las croquetas...

1. Sacamos la masa de las croquetas justo en el momento de hacerlas, para que esté bien fría. 
2. Con las manos húmedas, vamos cogiendo porciones de masa (como una cucharada) y dando forma. Primero les damos vueltas para que se ligue bien la masa y luego damos la forma alargada, cerrando las grietas que salgan. De esta forma evitamos que luego se rompan al freír.
3. Vamos disponiendo las croquetas en un plato.
4. Truco: Las croquetas que nos sobren, las podemos congelar en el mismo plato. Cuando estén congeladas, se pueden pasar a una bolsa o un tupper. Luego, sólo habrá que descongelar, rebozar y freír.

Rebozar y freír...

1. Batimos un huevo y lo ponemos al lado de la sartén donde vamos a freír las croquetas.
2. Ponemos también un plato con el pan rallado.
3. En una sartén, añadimos abundante aceite y lo ponemos a calentar.
4. Cogemos cada croqueta y la pasamos por huevo, embadurnando bien, y acto seguido por el pan rallado, rebozando uniformemente. 
5. Por último, echamos las croquetas en el aceite, mejor en tandas para poder manejarlas. Cuando se vayan dorando por un lado, damos la vuelta con cuidado hasta que estén doradas de forma uniforme. Las vamos sacando a un plato con papel absorbente y seguimos con la siguiente tanda.

Y, como siempre... ¡a disfrutar!

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